De todos los movimientos: resolver y aprender.

En nuestra experiencia, el aprendizaje y el avance de conciencia son elementos clave para el éxito empresarial a largo plazo. Cuando una empresa se enfoca en fomentar el aprendizaje constante de sus empleados y en avanzar en su conciencia, esto se refleja en la calidad de las relaciones que establece con su entorno empresarial.

Por un lado, el aprendizaje constante permite a los empleados estar actualizados en cuanto a las mejores prácticas empresariales y a las nuevas tendencias del mercado. Además, les da la capacidad de adaptarse a los cambios y desafíos que puedan surgir en el entorno empresarial. Todo esto se traduce en una mayor eficiencia y rentabilidad para la empresa.

Por otro lado, el avance de conciencia permite a las empresas ser más responsables y éticas en sus prácticas empresariales. Esto les permite construir relaciones más sólidas y confiables con sus clientes, proveedores e inversionistas, ya que se sienten identificados con los valores y propósitos de la empresa.

En nuestra opinión, el aprendizaje y el avance de conciencia deben ser un propósito a incluir en las relaciones de intercambio que ocurren en una empresa. Esto significa que, además de enfocarse en la eficiencia y la rentabilidad, las empresas deben buscar construir relaciones basadas en valores éticos y en una responsabilidad social corporativa.

Si nos identidimos con aprendizaje y el avance de conciencia como el movimiento más importante y deseable en la vivencia humana, las pregunta constante es ¿qué puedo aprender de la situación actual? y siempre emergerán desde la tranquilidad las alternativas. Siempre hay una salida (por lo menos). Si se puede hacer algo de otra manera, hacerlo.

Señor, concédeme serenidad para aceptar todo aquello que no puedo cambiar,

valor para cambiar lo que soy capaz de cambiar

y sabiduría para entender la diferencia.

Reinhold Niebuhr